sábado, 16 de octubre de 2021

¿BIG DATA? ¿Empezar a correr antes de saber andar?

Es difícil y sutil distinguir entre Business Intelligence y Big Data, tanto que probablemente no valga la pena perder demasiado tiempo en saber qué proyecto es el que Vd. ha emprendido en su empresa. Importa más que tenga claro qué es lo que quiere obtener de este proyecto. O que se lo plantee. Si no tiene nada, mejor que empiece por lo sencillo. Y, a modo de reto, olvídese de los sistemas y trate de identificar cuál es el problema que quiere resolver.

Muchas, muchas veces, poner un sistema informático supone crear un nuevo problema, no resolver el que ya tiene. Una de las políticas más acertadas en TIC es el replantearse si tal vez ya tiene demasiados sistemas y debe consolidar y hacer desaparecer algunos que se mantenían por razones históricas.

Lo último que hay que hacer para resolver un problema de negocio es buscar entre las sopas de letras de proveedores de software (acrónimos) existentes, la solución más de moda que va a resolver todas sus ineficiencias actuales. No, lo último que tiene que resolver es qué software va a poner. Eso no va a arreglar sus problemas. 

Lamentablemente, debe hacer un esfuerzo en su organización para identificar claramente el problema, documentar sus procesos, simplificarlos, analizar las raíces de su problema, lo que quiere obtener, definir un proyecto, hacer una planificación de tiempos y costes realistas, y al final, buscar el software sin el cual todo lo anterior es inútil. Porque los sistemas no son importantes, pero son imprescindibles. No hay que sobreestimarlos, pero tampoco despreciarlos. Curiosamente la causa de las grandes pifias en TIC viene sencillamente de esta falta de “consideración” y de análisis.

Y los análisis requieren tiempo y conocimiento del cual no se dispone dentro de las empresas. De ahí el valor de las empresas de consultoría que proveen del “tiempo”, recursos y marco metodológico para hacer esto. Siempre pongo analogías con las profesiones centenarias: Vd. no se operaría de menisco con su primo sobre la barra de cafetería, por muchos artículos sobre el tema que hay leído en Internet. No pretenda hacer lo mismo con su empresa, y en un arte mucho más desconocido que la medicina, que son las TIC.

En los proyectos de BI lo más importante, sin duda, es saber qué es lo que busca, y luego tener unos procesos y sistemas de información adecuados que soporten la extracción ágil de esos datos. Habitualmente, en estos proyectos es a lo que se presta menos atención. El Big Data ofrece más posibilidades aún de fracasar: si ya maneja con dificultades la información que más o menos cree conocer, meta grandísimas cantidades de información que no sabe muy bien para qué sirven (¡pero todo el mundo lo hace!) y ponga a alguien a buscar “algo”. No es extraño que los éxitos de implantación de proyectos de Big Data se cuenten con los dedos de la mano. Bien está la flexibilidad y el “thinking out of the box”, pero sin darle una patada al box.

Un proyecto de Business Intelligence debe empezar por analizar en qué me la juego en mi negocio: dónde gano dinero, o puedo perder, dónde está la satisfacción de mis clientes, adónde quiero ir y dónde quiero estar posicionado en unos años. Un proyecto de BI es un reto organizativo. Sí, no consiste en “poner a alguien a sacar más informes” (a Vd. le parecerá una broma, pero a Vd. querido lector del fondo, veo que el tema le resulta familiar: “no había presupuesto para más”, “no aprobaron el proyecto”, “el equipo se quedó en uno”, etc.). 

La creación de la Unidad de Información, y que se convierta en un departamento de Servicios útil, valorado, reconocido, engarzado adecuadamente en sus dependencias jerárquicas y funcionales en la empresa, con recursos, es un auténtico reto. Acuda al especialista, no al curandero.

Y ¿por qué se va a meter en este lío del BI?: porque BI significa tomar el control de  su empresa, tener la capacidad de tomar decisiones de forma ágil respondiendo al mercado, anticiparse a la competencia, y sobre todo, vender más, a nuevos clientes y a sus actuales clientes.

¿Y Big Data?. Si lo anterior lo tiene claro, puede ir más allá, puede lanzarse a explotar la inmensa riqueza de los datos no estructurados, de lo que no está en su sistema. Pero no lo haga porque “hay que hacerlo y hay que tenerlo”, apóyelo con decisión firme y con recursos, y plantéelo como un proyecto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario