Como decía Ortega y Gasset en su obra “La España
invertebrada”, en este país faltan líderes; las grandes decisiones siempre las
toma el pueblo. Y faltan líderes porque al que levanta la cabeza la guadaña se
la cercena de forma inmediata.
Eso mismo ocurre en las empresas, en las que los CIOs
mantienen unas posiciones defensivas que a la larga les lleva a posicionarse
como un mero proveedor de los servicios básicos de conectividad y hardware.
En algunos casos esto se da porque el CIO se siente mucho
más cómodo, por el mismo sueldo, haciendo menos. Y en otros porque el resto de
departamentos se sienten incómodos yendo a “pedir” el soporte de IT para “su”
proyecto que, si bien NO es informático, se apoya en un 90% en la tecnología. Y
de tecnología todo el mundo entiende, como de fútbol. Hace unos lustros, ya se
hizo el experimento en este país de hacer entrenador de fútbol a un afamado y
crítico periodista deportivo,… con horroroso resultado, obviamente. Los
críticos literarios son muy buenos críticos, pero muy malos autores.
Si sumamos ambos factores (la dejadez, a veces por
aburrimiento e imposibilidad de IT, y la querencia de otros departamentos a
hacer el IT por su cuenta) nos encontramos con un desastre en ciernes, sin
ninguna duda: costes disparados, falta de integración, información
desestructurada y custodiada de forma insegura, imposibilidad de evolucionar.
En mi experiencia como CIO, y teniendo que dedicar buena
parte de mi tiempo (el más rentable para mi empresa) a reconducir e incorporar
proyectos de IT que amenazaban con ir al margen de IT, contaba este “chiste”
muy poco gracioso por o reiterado de las iniciativas de francotirador que iba
encontrando: “no sé si es bueno o malo que desde contabilidad hayáis decidido
comprar un nuevo sistema de Tesorería sin contar con IT, pero ¿qué te parecería
que yo desde IT me montase “mi” sistema contable para llevar las cuentas de los
sistemas informáticos y proveedores TIC de la empresa?”. Sería ridículo, ¿no?
Ambas cosas igual de ridículas, ineficientes, incoherentes y ruinosas.
No existe ningún proyecto que sea del Dpto. IT. Ni los más
técnicos. El primer ejercicio que se debe hacer antes de iniciar cualquier
proyecto de IT es saber QUIEN es el Sponsor, a quién interesa, quién tiene que
tirar del proyecto. Y nunca, nunca es IT. Pero IT tiene que estar en el
proyecto, desde el principio, ayudando a definirlo, coordinando con otros
departamentos implicados –un proyecto de Marketing también va a implicar al
departamento de Contabilidad, pero eso NO lo sabe Marketing y sí es
responsabilidad de IT, que es un departamento, tal vez el único realmente,
transversal-, identificando todas las implicaciones, buscando alternativas,
seleccionando proveedores.
TODAS esas tareas, aparte de dirección de proyecto,
elaboración de documentación funcional, etc. las debe – y sólo las puede hacer
TIC-. Si se dejan en manos de otro departamento ¿por qué nos extrañamos de los
proyectos de IT siempre se hacen fuera de tiempos y fuera de presupuestos?
Soy gran defensor de la externalización del máximo de
funciones rutinarias de TIC a empresas externas, pero el Control, el
conocimiento y la fidelidad e implicación con la propia empresa no se puede
externalizar. Las empresas tienen que tener buenos CIOs (un buen CIO no tiene
un sueldo de un administrativo ¿parece obvio?... pues mire alrededor y se
sorprenderá de los que siguen pensando, ahora que ya no hay pesetas, que dan
duros a cuatro pesetas), CIOs excepcionales se encuentran en empresas punteras
–no es casualidad, no, el dpto. de RRHH tiene bastante que ver en ello- y en
las medianas más avanzadas, empiezan a verse Interim CIOs excepcionales, un
modelo que empieza, lentamente a cuajar.
¿A qué se llama Shadow IT?. Shadow IT es la compra de
servicios y sistemas informáticos por parte de departamentos de la empresa que
no son TIC. Y esto ronda cerca un 40% de las compras TIC en las empresas. Tan esto
es así, que buena parte de los proveedores deciden no “perder” el tiempo
hablando con el CIO: se van directamente a quien tiene el presupuesto –que no
es TIC- y “ya le dirán a TIC” lo que tiene que hacer. El escenario final es
patética y ridículamente divertido: todo lo que no funcione será culpa de TIC
“que no colaboró lo suficiente” y la situación a medio plazo, cuando se pida
integración con el resto de sistemas, coherencia con el resto de sistemas de la
organización, explotación coordinada de los datos y ni la haya ni sea
posible... que “estos pájaros de mal agüero del TIC ya lo habían dicho”. Y
vuelta a pagar al proveedor para rehacer lo mismo cinco años más tarde porque
lo que hay no vale.
No hay líderes y las
decisiones de sistemas se hacen de forma plebiscitaria, como el levantamiento
del 2 de mayo o la toma de la Bastilla. Así Europa no va a levantar cabeza
frente a la competencia americana y asiática.
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